Tres empresarios colombianos le apuestan a la liofilización para contribuir con la salud alimentaria en el país
Esta tecnología está evitando el desperdicio de alimentos, alargado su vida útil. La liofilización podría servir para alimentar a más de 100 mil personas al día en Colombia.
En Colombia sólo se explota el 13.5% del territorio con potencias agrícola y aún así, se desperdician 10 millones de toneladas de comida al año entre el cultivo, los centros de distribución y la comercialización. La merma, como se le dice en la industria a este alimento que se pierde, se podría evitar si se utiliza una tecnología como la liofilización.
Diego Andrés Salazar, Juan Camilo Jaramillo y Daniel Fernández, tres empresarios que le apuestan al desarrollo de la agricultura colombiana trajeron al país una de las alternativas para contrarrestar el desperdicio de alimentos. Las plantas de transformación que construyen los colombianos incluyen: torres de secado, extractores de aceites y la liofilización, procesos de transformación de alimentos, que consisten en diferentes tipos de tecnologías.
Este último, congela el alimento a una temperatura muy baja y luego elimina el agua en forma de vapor, generndo asi, un alimento inocuo y sin conservantes, que puede almacenarse entre 5 y 25 años, sin necesidad de refrigeración.
Los alimentos liofilizados son ligeros y fáciles de transportar, lo que los hace ideales para su uso en viajes o en situaciones de emergencia.
“En estos tiempos de sequía que afrontamos en Colombia, la liofilización es vital para evitar una hambruna. Facilitamos el trabajo en el campo al proporcionar a los campesinos acceso a nuevas tecnologías y conocimientos que mejoran sus prácticas agrícolas”, afirmó Diego Salazar, quien además de apostarle a esta novedosa alternativa es experto en tierras y agremiaciones campesinas quien ha trabajado de la mano con comunidades para disminuir las pérdidas en campo de los productos agrícolas generando dignificación del campo y precios justos para el productor primario.
Esta revolucionaria estrategia, a la que le apuestan estos tres empresarios, es una excelente alternativa para ir preparando al país para ser más eficientes en materia de desperdicio de alimentos y transformar los excedentes de productos como las frutas y verduras de temporada en alimentos de alto valor en el agro colombiano, lo que generaría un impacto prominente en la industria de alimentos en Colombia y demás países de la región.
Estos destacados emprendedores colombianos trajeron al país una de las alternativas para contrarrestar el desperdicio de alimentos que se ha utilizado desde hace muchos años en el mundo que consiste en congelar el alimento a una temperatura muy baja y luego eliminar el agua en forma de vapor, generando así, un alimento inocuo y sin conservantes, que puede almacenarse entre 5 y 10 años, sin necesidad de refrigeración. Los alimentos liofilizados son ligeros y fáciles de transportar, lo que los hace ideales para su uso en viajes o en situaciones de emergencia.
La producción de productos liofilizados brinda ventajas estratégicas significativas para los comercializadores. Accedemos a mercados de primer mundo, donde la demanda de estos productos se encuentra en constante aumento. Eliminando la necesidad de contenedores refrigerados para el transporte, la deshidratación reduce el peso de la carga en más del 70%, generando una reducción sustancial de costos operativos en la distribución.
Con una vida útil de entre 5 a 10 años, nuestros productos liofilizados ofrecen una flexibilidad comercial única. La no urgencia en la venta, impulsada por la longevidad del producto, nos permite manejar estratégicamente los momentos de comercialización. Además, la posibilidad de contar con bases de materias primas nos permite diseñar y desarrollar productos finales con una calidad nutricional excepcional.
“En el ámbito del diseño y desarrollo, proporcionamos soluciones concretas para diversas necesidades del mercado internacional. Para consumidores de alimentos pre-listos en ubicaciones remotas con limitaciones de acceso a electricidad, ofrecemos porciones individuales con procesos de cocción simplificados, agilizando las operaciones de cocina y controlando eficientemente los inventarios en almacén. Nuestras soluciones también se extienden a sectores como hogares de bienestar familiar, fuerzas armadas, fuerzas policiales, cruceros de alta mar, hoteles, colegios, campamentos de refugiados y operaciones de ayuda humanitaria”, asegura Juan Camilo Jaramillo, líder destacado en la industria de fabricación de equipos de liofilización en Colombia.
La liofilización no solo cumple con los estándares de calidad más exigentes del consumidor actual, sino que también se erige como una solución logística y comercial altamente eficiente y versátil, adaptada a las demandas del mercado internacional. El avance de tecnologías de conservación de alimentos, como la liofilización, tiene un impacto sumamente positivo para todos los actores involucrados en la cadena de producción. Para el productor primario, el campesino, esto se traduce en varias ventajas significativas.
“Esta iniciativa transforma el paisaje agrícola y contribuye al desarrollo sostenible, la innovación y la preservación de las tradiciones campesinas, generando un impacto positivo duradero en la transformación agroindustrial de Colombia. afirmó Daniel Fernández, líder de proceso de ventas, quien se ha encargado de promover la venta directa entre productores primarios y compradores potenciales, eliminando intermediarios en la cadena productiva, beneficiando a los campesinos, productores, que finalmente terminan perjudicados.
Juan Camilo Jaramillo, ha sido el encargado del diseño, montaje de equipos de liofilización de acuerdo a las necesidades de cada agremiación para el sector del agro colombiano.
El trabajo de estos tres hombres de la industria ha sido vital para el desarrollo del agro en el país y parte como una oferta que no sólo funciona para Colombia sino que puede servir como referente para otros países de la región y del mundo.