El consumo de internet aumenta cada vez más. En la edición 2023 del estudio anual realizado por We Are Social, señala que el número de usuarios de internet en el mundo alcanzó los 5.160 millones de personas, lo que representa al 64,4% de la población mundial. El número de internautas se incrementó un 1,9% respecto de 2022, en 98 millones de personas, un ritmo algo inferior al de los años anteriores, pero sigue siendo una cifra significativa.
Cada vez agregamos más dispositivos inteligentes que requieren de internet para funcionar. En general pensamos que a más demanda de internet lo que se necesita es aumentar la data del Internet o cambiar de proveedor, para que todo opere de manera fluida, pero muchas veces, aunque contemos con todos los elementos correctos, el internet puede todavía fallar en lugares específicos del hogar o de la oficina.
Muchas veces los elementos que dificultan el buen funcionamiento del internet y del WiFi están más bien relacionados con la estructura de la vivienda u oficina. Cosas tan simples como el piso, las puertas y las paredes pueden interponerse entre usted y su enrutador. Incluso el diseño de distribución de habitaciones puede ser un obstáculo para el flujo del WiFi. Para estos casos la solución más eficiente sería contar con sistemas de redes Mesh.
¿En qué consisten estos sistemas de redes Mesh?
Cuando hablamos de WiFi Mesh o «red de malla» implica que todos los componentes de su sistema WiFi están trabajando juntos sin interrupciones. Con una “red de malla” gracias a la itinerancia sin interrupciones, solo tendrá una red con un nombre y contraseña. A medida que se mueve por su hogar, nunca tendrá que cambiar manualmente de una red a otra, lo que le permitirá transmitir video en la sala de estar, la cocina o el dormitorio sin preocuparse por el almacenamiento en búfer o una conexión caída.
El principal problema con los enrutadores tradicionales es que el alcance de las señales Wi-Fi que envían es limitado. Los edificios o viviendas grandes que requieren acceso a Internet en varios pisos a menudo tienen “zonas muertas”, así se les dice a ciertas áreas con poco o ningún servicio, esto sucede cuando la red principal utiliza un enrutador estándar de un solo punto.
En cambio, los enrutadores de malla pueden ayudar a eliminar esas zonas muertas. Ya que, en lugar de transmitir señales Wi-Fi desde un solo punto, los sistemas de malla cuentan con múltiples puntos de acceso. Un nodo se conecta al módem y actúa como el enrutador, mientras que los otros puntos de acceso o satélites, capturan la señal del enrutador y la retransmiten entre sí.
¿Y si compro un amplificador para mi enrutador tradicional?
No sería justo comparar los extensores de rango con el WiFi Mesh. Aunque los extensores de rango son efectivos cuando se trata de aumentar el alcance de su enrutador, poseen una debilidad que es que aumentan el alcance a expensas del rendimiento del WiFi, que por lo general se reduce a la mitad.
En un área grande donde el WiFi lucha por llegar a todos los rincones, un extensor de rango puede disminuir el rendimiento general de su red, puede experimentar problemas de conexión al saltar del enrutador al extensor, ya que deberá cambiar de red manualmente. Incluso cuando está parado junto al amplificador de alcance, aún puede experimentar zonas muertas o ralentizaciones si no ha cambiado manualmente su dispositivo desde la señal del enrutador. Estas dos redes separadas también tienen diferentes nombres e interfaces, lo que puede ser una molestia grave.
Todos los sistemas de malla son ligeramente diferentes, por lo que es importante examinar la tecnología que utiliza cada marca. Por ejemplo, algunos sistemas como el Atlas 6 de Linksys de 3 nodos, ofrece una cobertura de hasta 6000 pies cuadrados, capacidad para más de 75 dispositivos y velocidad de hasta 3,0 Gbps, canales de 160 MHz para más potencia y una conexión más fuerte.
La mejor solución para su hogar u oficina es obtener WiFi Mesh, que funciona y logra adaptarse al diseño de los espacios, cubriendo todos los rincones de su hogar con conectividad.