- Este espacio dedicado a exaltar y proteger el Patrimonio Inmaterial del Carnaval de Barranquilla cumple su primer lustro, salvaguardando, los 365 días del año, la cultura y tradición de la Fiesta más grande de Colombia.
El Museo del Carnaval de Barranquilla celebra cinco años como un espacio único en Colombia, dedicado a exaltar el legado cultural y folclórico del Carnaval de Barranquilla, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Ubicado en el corazón del tradicional Barrio Abajo, se ha erigido como una referencia en el sector de las artes, los saberes y la cultura, no solo de la ciudad, sino también del país.
A continuación, celebramos esta fecha con *cinco hitos* en los primeros cinco años llenos de historia de este escenario barranquillero cargado de aprendizajes, tradición y creación cultural.
1. El primer museo dedicado al Carnaval en Colombia
El Museo del Carnaval abrió sus puertas como una iniciativa Carnaval de Barranquilla S.A.S y el apoyo de Alcaldía Caridi siendo el primer espacio en el país dedicado exclusivamente para preservar y promover y salvaguardar la memoria histórica de una fiesta tradicional. Ha recibido a cerca de 250 mil visitantes desde su apertura y su ubicación, junto a la Casa del Carnaval, lo convierte en un epicentro de cultura y patrimonio.
2. Una exposición revolucionaria en el país: la historia de la cultura de la Fiesta
La exposición del museo ha cautivado a los visitantes con grandes tesoros de la cultura del Carnaval de Barranquilla, como partituras originales de Pacho Galán y Esthercita Forero, la máscara más antigua del Carnaval con 145 años y la flauta del maestro Pedro Ramayá Beltrán, la primera carta de un presidente a Barranquilla, entre otros. Cada objeto narra una parte de la historia que hace del Carnaval de Barranquilla una expresión única en el mundo.
3. Innovación y una puesta museográfica única en el Caribe
Con una fachada inspirada en el arte cinético de Carlos Cruz-Díez, este espacio cultural de 1.320 metros cuadrados alberga tres salas principales:
-*Carnavales del Mundo y Barranquilla:* donde los visitantes pueden adentrarse a explorar y vivir de cerca el papel de las fiestas en diferentes culturas y lugares del mundo, apreciando sus personajes, bailes, música y las raíces africanas, indígenas y europeas.
Sala de Reinas: un homenaje a las soberanas del Carnaval y su legado, en ellas se pueden apreciar más de 30 vestidos de coronación de las Reinas del Carnaval a lo largo de la historia.
Sala de exposiciones: Esta sala de exposiciones temporales, en la actualidad revive la magia de las coronas de las Reinas del Carnaval.
4. Agenda cultural continua y nutrida para la ciudad
El museo no solo es un espacio para la exhibición de elementos históricos o la narración de la Fiesta como espacio antropológico, también es un centro de actividades culturales y académicas para fortalecer los saberes mediante talleres educativos con una programación que fomenta la participación comunitaria y el reconocimiento de las raíces culturales del Carnaval. Es un dinamizador del corredor cultural de Barranquilla, cuenta con una agenda educativa y pedagógica, con la participación de los portadores de la tradición, destinada especialmente para niños y jóvenes encargados de la salvaguarda del Patrimonio.
5. Promoción del trabajo artesanal y la economía local
La tienda del museo ha sido un puente entre los visitantes y algunos de los artistas y maestros artesanos del Atlántico, promoviendo la compra de artesanías y accesorios únicos que reflejan la tradición del Carnaval. Además, impulsa la economía creativa y el legado artesanal de la región.Su plazoleta es una plataforma para el emprendimiento con la Feria íconos, que apoya el desarrollo económico y social de hacedores que comercializan sus productos en torno al Carnaval.
El Museo del Carnaval es un lugar para aprender, sentir y vivir la esencia de una Fiesta que une a generaciones. Con estos cinco años de grandes logros, el Museo continúa reafirmándose como un tesoro del patrimonio cultural, garantizando que el Carnaval de Barranquilla habite en la memoria de la sociedad los 365 días del año.