Por: Emilio Gutiérrez Yance
Cada año, el 16 de julio, las calles y carreteras de Colombia se llenan de fervor y devoción en honor a la Virgen del Carmen, la patrona de los conductores y policías. Esta celebración, cargada de fe y tradición, es especialmente significativa para quienes pasan gran parte de su vida detrás del volante o velando por la seguridad en los territorios.
La Virgen del Carmen es conocida y venerada por su protección a los conductores, desde taxistas y camioneros hasta los patrulleros de la policía. Su imagen se puede ver en los tableros de los vehículos, colgada de los espejos retrovisores o adherida a los parabrisas, como símbolo de su constante compañía y protección en las rutas diarias. Para los policías, la Virgen representa un amparo espiritual, una figura maternal que los resguarda en momentos de peligro y tensión.
Jhonatan Rafael Fontalvo Peñaloza, patrullero de la Policía Nacional, adscrito al departamento de Bolívar, lleva 13 años en la Institución y hace seis meses fue designado como conductor del coronel Alejandro Reyes Ramírez también devoto de la Virgen. Proviene de una familia barranquillera profundamente devota de la Virgen del Carmen. «Desde pequeño, mi madre me enseñó a rezarle antes de salir de casa. Siempre llevo su imagen conmigo, es mi amuleto de protección», dice Jhonatan con una sonrisa.
El 16 de julio es un día especial para él. No solo por su devoción personal, sino también por la responsabilidad de transportar a su coronel en las procesiones y eventos en honor a la Virgen del Carmen. «Conducir en estas celebraciones es un privilegio y un acto de fe. Siento que la Virgen nos acompaña y nos protege en cada kilómetro recorrido», añade.
En el departamento de Bolívar, la festividad de la Virgen del Carmen se vive con gran entusiasmo en todo el territorio bolivarense. Las carreteras y los caminos se adornan con flores y banderas, y los conductores, desde motociclistas hasta camioneros, participan en una procesión vehicular. Jhonatan describe el evento como «una caravana de fe», donde se reúnen cientos de vehículos que avanzan lentamente, encabezados por la imagen de la Virgen.
Los policías, con sus patrullas y motocicletas, también forman parte de esta devota caravana. En las estaciones de policias se organizan misas y bendiciones de vehículos, actos que refuerzan el sentido de comunidad y devoción. «Es un momento de unión, donde todos nos sentimos parte de una gran familia protegida por la Virgen del Carmen», dice Jhonatan.
Para él y muchos otros conductores y policías, la devoción a la Virgen del Carmen no se limita a un solo día. Es una fe que los acompaña diariamente, brindándoles fortaleza y esperanza en su labor. «Cada vez que me subo al vehículo, rezo una pequeña oración a la Virgen. Sé que ella me cuida y me guía en cada jornada», concluye Jhonatan, reflejando el profundo sentido de fe y protección que la Virgen del Carmen infunde en su vida.
El Día de la Virgen del Carmen es una celebración que trasciende lo religioso, convirtiéndose en un símbolo de unión y esperanza para conductores y policías en Colombia. Esta celebración anual refuerza los lazos de fe y comunidad, recordando a todos la presencia constante de la Virgen del Carmen en cada viaje y cada misión.