- Un lío que por poco afecta a diversas comunidades, sobre todo la estudiantil.
Pasó lo que tenía que pasar: la dirección nacional de la SAE informó que la Casa Villa del Arte fue entregada a la Universidad del Atlántico ‘para que allí pueda continuar la labor de la alma mater y el proyecto social que se está llevando a cabo por todas las comunidades atlanticenses’.
La gestión administrativa del predio ‘Casa Villa del Arte’, a manos de Nevys Niño Rodriguez, exgerente Regional Norte de la Sociedad de Activos Especiales, dejó mucho qué desear, evidenciando una preocupante falta de operatividad y capacidad de acción. Desde un inicio, este espacio debió ser contemplado como una «destinación definitiva» para los estudiantes de arte de la Universidad del Atlántico -lo que finalmente pasó- en lugar de entrar en un contrato de comodato que generaba más problemas que soluciones.
Ayer viernes 21 de marzo el diario El Heraldo tituló una notica así: ‘Lío jurídico por Casa Villa del Arte cobra la cabeza de directora territorial de la SAE’; y luego informó que «Aunque la Sociedad de Activos Especiales (SAE) no ha emitido todavía un comunicado oficial, la polémica generada alrededor de la Casa Villa del Arte conllevó a la desvinculación de Nevys Niño Rodríguez, quien se desempeñaba como directora de la territorial Caribe de esta entidad».
En declaraciones entregadas a EL HERALDO, Nevys Niño Rodríguez indicó que la entidad no justificó su despido, pero aclaró que sí se tenía una ruta clara para la destinación definitiva del predio a la alma mater, solo que “no hubo una comunicación clara” por parte de la Dirección nacional con respecto a los mecanismos.
Insistimos en que desde un inicio Casa Villa del Arte debió ser contemplado como una «destinación definitiva» para los estudiantes de arte de la Universidad del Atlántico, en lugar de entrar en un contrato de comodato.
Y es que dicha decisión, de la cual se salvó toda la comunidad atlanticense, parecía ignorar por completo las directrices del presidente de Colombia Gustavo Petro, quien enfatizó que estos bienes eran «para y por la comunidad». En lugar de fortalecer el tejido social y cultural, esta adjudicación estuvo a punto de significar serias problemáticas para las comunidades afro, indígenas y estudiantiles, quienes en lugar de verse beneficiadas de este espacio por poco caen en un futuro incierto respecto al acceso y uso del mismo.
Los resultados del proceso, el despido de Nevys Niño, habla de una falta de respuesta operativa por parte de la misma. La ausencia en la planificación estratégica y la ejecución de políticas inclusivas reflejan una clara ineptitud en la gestión pública. Además, la elección de una persona con un Magíster en Filosofía, pero sin experiencia en el sector público, para liderar este proceso, plantea serias dudas sobre las intenciones detrás de estas adjudicaciones.
¿Qué se buscaban realmente con estas decisiones o qué pretendía la exdirectora Niño?
Es evidente que las falencias en la administración de «Casa Villa del Arte» no solo afectan a las comunidades directamente involucradas, sino que también representan un retroceso en los esfuerzos por garantizar la equidad y el acceso a bienes culturales.
Urge una revisión profunda de estas políticas para evitar que este tipo de errores continúen perpetuándose, así como de analizar siempre las intenciones de las personas detrás de dichas administraciones.
Desde la dirección general de la SAE agregaron que este mismo mecanismo de entrega definitiva seguirá siendo empleado con otros bienes de cara al beneficio de las comunidades. «Este 7 de abril será la entrega física del inmueble a la rectoría de la Universidad del Atlántico», precisó la entidad nacional.