- Alias ‘Comandante Thomas’ tenía una orden de captura por concierto para delinquir agravado con fines de homicidio y extorsión.
En desarrollo de las actividades de prevención contra todos los delitos, la Policía Metropolitana de Barranquilla en coordinación con la Dirección de Investigación Criminal e Interpol, capturó a uno de los denominados objetivos invisibles de alto valor.
Se trata de alias ‘Comandante Thomas’, quien sería el último sobreviviente del denominado ‘Clan Vega’ y quien, gracias a una investigación de la Dijin y la Seccional de Inteligencia de la Policía Metropolitana, en coordinación con la Fiscalía, fue requerido mediante orden judicial por el delito de concierto para delinquir con fines de homicidio y extorsión.
La captura de alias ‘Comandante Thomas’ se efectuó en la calle 74 con carrera 46, barrio Colombia, de Barranquilla, cuando unidades del Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes se encontraban haciendo actividades de control y le solicitaron al sospechoso un registro para su identificación. Utilizando un lector biométrico, pudieron constatar de quien se trataba y descubrieron la orden de captura vigente.
Este sujeto, presuntamente, sería uno de los propietarios de una empresa de vigilancia que estaba al servicio de la estructura criminal dedicada al narcotráfico y cobro de extorsiones en el departamento del Atlántico.
La principal función de esta empresa sería suministrar armamento y personal para la comisión de diferentes delitos.
Luego de varios meses de investigación, la Fiscalía logró que un juez ordenara la captura de este sujeto, quien empezó a evadir a las autoridades viajando a paises como Albania, Kosovo, España y Turquía, donde también estaría forjando alianzas con el ‘Clan De los Balcanes’ con la finalidad de retomar el control territorial en Atlántico. Por ese motivo fue necesaria una notificación de Interpol para su localización.
Alias ‘Comandante Thomas’ registra una anotación por el delito de usurpación de tierras, una por perturbación a la posesión sobre inmueble, una por estafa y una por amenazas.
Con este resultado se impactan las finanzas y la logística de una estructura criminal y se evita la comisión de delitos de alto impacto.
