- Mompox, reconocido como un municipio Patrimonio de Colombia, ofrece una variedad de actividades para disfrutar.
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Santa Cruz de Mompox, un verdadero tesoro histórico y cultural del departamento de Bolívar, ha cautivado a generaciones con su encanto inigualable, pues esta ciudad no solo inspiró a Gabriel García Márquez, sino que también desempeñó un papel crucial durante la época colonial española, como centro estratégico del comercio de oro, plata y esmeraldas. Reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Mompox mantiene intacta su majestuosa arquitectura colonial y sus arraigadas tradiciones, entre las que brilla la famosa filigrana.
En este entorno de riqueza histórica y artesanal, se está llevando a cabo el Festival de Jazz de Mompox, cuya décima edición, bajo el título “Una puerta abierta al ritmo de la filigrana”, se perfila como un evento cultural que transformará al municipio en un escenario que fusiona jazz, arte, cine y gastronomía. Organizado por la Gobernación de Bolívar, el Instituto de Cultura y Turismo de Bolívar y la Alcaldía de Mompox, se llevará a cabo hasta el próximo 14 de septiembre de 2024 y reunirá a destacados artistas nacionales e internacionales, ofreciendo una experiencia inolvidable donde la música contemporánea se entrelaza con siglos de historia y tradición.
De igual manera, esta encantadora ciudad del Caribe colombiano ofrece una amplia gama de actividades para quienes la visitan. Ya sea durante el festival o en cualquier otro momento, no dude en aprovechar las diversas experiencias que Mompox tiene para ofrecer, pues este pueblo patrimonio, se está consolidando como un destino turístico integral, destacándose no solo por su excelente oferta gastronómica, sino también por su rica herencia cultural y su vibrante artesanía.
Bajo la mirada vigilante de la Policía Nacional, cuyos agentes parecen surgir de las sombras como guardianes invisibles, Mompox se transforma en un santuario protegido. Cada calle, cada esquina, es custodiada con meticulosidad, asegurando que la celebración del Festival de Jazz sea una experiencia segura y tranquila.
La planificación meticulosa de la Policía liderado por el coronel Alejandro Reyes Ramírez, su presencia destacada y su colaboración estrecha con la comunidad, son los ingredientes esenciales de este hechizo de seguridad. Desde la prevención del delito hasta la movilidad y la lucha contra la extorsión, explotación sexual, cada detalle es atendido con determinación, como si los propios hilos del destino estuvieran en manos de estos guardianes modernos.
Y detrás de este escenario idílico, la seguridad es una constante. La presencia discreta pero efectiva de la Policía Nacional asegura que la paz y la protección sean pilares sólidos en este mundo de fantasía. En este cruce entre lo tangible y lo intangible, entre la fe y la seguridad, Mompox revela su verdadero rostro: un lugar protegido donde el pasado y el presente convergen en un abrazo eterno, donde la magia se convierte en realidad y la realidad se convierte en magia.
