Por Emilio Gutiérrez Yance
En el populoso barrio Nelson Mandela de Cartagena de Indias, entre risas de niños y el trajín cotidiano, una joven se destaca por su mirada única y su habilidad para transformar lo ordinario en algo extraordinario. Evelyn Katherine Orozco Ledezma, nacida el 7 de agosto de 2005, ha demostrado que una cámara fotográfica no solo captura imágenes, sino que también puede registrar sueños, esperanzas y la esencia de la vida misma.
Desde que era una niña, Evelyn encontró en la fotografía una ventana mágica hacia el mundo. Mientras otros veían solo momentos, ella veía historias esperando ser contadas. En las fiestas familiares, armada con una cámara digital o un teléfono inteligente, capturaba la alegría y la calidez de su hogar. Esta pasión innata la llevó a ser la cronista visual de su familia, inmortalizando recuerdos que trascendían lo visible.
Evelyn no solo heredó la tecnología, sino también la pasión por la fotografía que se convirtió en su fiel compañera. A medida que crecía, su talento se perfeccionaba, y cada clic de la cámara era una pincelada de realismo mágico, una habilidad que le permitiría ver el mundo con una sensibilidad única.
Tras terminar su bachillerato en la Institución Educativa Manuela Vergara de Curi, Evelyn se enfrentó a una encrucijada: seguir su pasión por la fotografía o encontrar otra forma de servir a su comunidad. La respuesta vino de un lugar inesperado: la Policía Nacional. Hace más de 10 meses, Evelyn se convirtió en Auxiliar de Policía, y durante los últimos cinco meses, ha trabajado en el equipo de Comunicaciones Estratégicas (COEST) del Departamento de Policía Bolívar, uniendo sus dos mundos en un solo camino.
La oficina de COEST se convirtió en su nuevo lienzo, donde su jefe, reconociendo su talento, le dio la oportunidad de retomar su amor por la fotografía. Evelyn no sólo registraba eventos y operativos, sino que capturaba la esencia de la labor policial, mostrando el lado humano y comprometido de sus compañeros. “No es ningún sacrificio para mí tirarme al suelo y ensuciar mi uniforme por una foto. Me levanto, me sacudo y sigo como si nada. Me gusta registrar bien lo que me asignan y siempre doy más para que escojan”, dice Evelyn, reflejando su dedicación y pasión.
En el barrio donde nació, Evelyn no solo es conocida como la fotógrafa oficial de su familia, sino también como un orgullo para su comunidad. Su mamá, Shirley Ledezma Suárez, y su papá, Jesús Orozco Miranda, ven en ella un ejemplo de perseverancia y pasión. Su sueño es que Evelyn continúe creciendo dentro de la Policía Nacional, llevando su arte a nuevas alturas.
Evelyn no es solo una fotógrafa, sino una narradora visual que a través de su lente captura el alma de sus sujetos. “Tengo un jefe muy exigente, y eso me hace esforzarme más cada día. Me enseña que no hay que ser conformista y que la perspectiva es importante en lo que queremos resaltar”, comenta Evelyn, demostrando su compromiso con la excelencia.
En la semana en que celebramos a los Auxiliares de Policía, honramos la labor de Evelyn Orozco. Su historia es un testimonio de cómo la pasión y la dedicación pueden transformar vidas y comunidades. Que su visión siga mostrándonos, a través de su lente mágico, aquello que las palabras no pueden expresar.
Evelyn no solo es una promesa en la fotografía, sino también una mujer extraordinaria y una futura patrullera de nuestra Policía Nacional, quien, con cada fotografía, nos recuerda que los sueños pueden capturarse y compartirse con el mundo.