En desarrollo de la operación ‘San Benito’, la Policía Nacional por intermedio de la DIJIN y la Fiscalía General de la Nación, en las últimas horas en la ciudad de Cúcuta – Norte de Santander, logró la captura por orden judicial de Eliecer Acevedo Barón, alias “Manuel”, cabecilla principal del GDO Los Pelusos, quien presentaba orden de captura por los delitos de concierto para delinquir agravado incisos 2 y 3, homicidio agravado.
Alias “Manuel”, tenía una trayectoria criminal de más de 20 años, inicio como integrante del componente armado del EPL en los años 80; no se desmovilizó en el año 1991 y continúo su accionar delictivo, bajo órdenes de Francisco Caraballo.
Fue capturado en el 2003 y condenado a 17 años de cárcel por los delitos de concierto para delinquir, extorsión, homicidio y secuestro, entre los que se encontraba el secuestro del obispo de Tibú, Norte de Santander, José de Jesús Quintero Díaz.
En 2021 recupero su libertad y se integró nuevamente al GDO “Los Pelusos”, asumiendo como cabecilla pseudopolítico; en el 2022 fue designado como cabecilla principal al mando de 30 integrantes, responsable del cobro de extorsión, homicidios, narcotráfico y liderar la confrontación armada contra el GAO ELN y GAO-r 33.
Se investiga su participación en 5 homicidios, suscitados por el control territorial y rentas criminales en la región del Catatumbo, especialmente en el municipio de Ocaña, durante el año 2023 y lo recorrido del 2024.
Lideró diferentes acciones propagandistas mediante la difusión de panfletos y grafitis alusivos al autodenominado EPL, en los municipios de Ocaña, Sardinata, El Zulia, Cúcuta y Villa del Rosario, con el fin de dar a conocer la vigencia de la estructura criminal y su presencia en el departamento de Norte de Santander.
Se encontraba en el municipio de Cúcuta, realizando coordinaciones delictivas, para el fortalecimiento de la estructura, mediante alianzas con narcotráfico.
Con la captura de alias “MANUEL”, se afecta el fortalecimiento de esta estructura criminal, la expansión territorial y fortalecimiento armado, impactando positivamente la seguridad ciudadana, en el departamento de Norte de Santander, teniendo en cuenta que bajo órdenes de este cabecilla se venían desarrollando actividades delictivas como homicidios, extorsión, narcotráfico y secuestro.
Asimismo, se logra contrarrestar las confrontaciones por el control territorial contra el GAO ELN, que repercutían en desplazamientos y escenarios de zozobra a la población; de igual manera se fractura las finanzas criminales por medio de la cual se soporta su accionar criminal, con lo cual pretendían la adquisición de material bélico e intendencia para el GDO.
