DE LA CÍVICA A LA POLICÍA NACIONAL: El Camino de la Patrullera Johana Lucía Mendoza Yepes»

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Por: Emilio Gutiérrez Yance

En el corazón del departamento de Bolívar, en el pintoresco pueblo de El Guamo, se forjó el sueño de Johana Lucía quien desde niña asomada por la ventana de su humilde vivienda, veía todos los días pasar con admiración a los Policías que custodiaban la pequeña población.

Hoy a sus 24 años, cumple su sueño de infancia al convertirse en una destacada patrullera de la Policía Nacional. Su trayectoria, desde los inicios en la Policía Cívica hasta su actual servicio en Magangué, Bolívar, es un testimonio de dedicación y superación.

Desde pequeña, Johana Lucía Mendoza Yepes, se imaginaba orgullosa vistiendo aquel elegante uniforme que infundía respeto y autoridad. La influencia de ver pasar a los Policías en su pueblo la llevó a integrarse a la Policía Cívica en 2010, donde aprendió valiosas lecciones que han marcado su carrera profesional. Su infancia, en el seno de una familia unida en El Guamo, Bolívar, fue normal y bonita. La tercera de tres hermanos, siempre se destacó en sus estudios y gozaba de la confianza de sus padres.

Recuerda con cariño esos primeros momentos en la Escuela de Policía, donde el régimen y las diferentes culturas entre mujeres representaban desafíos significativos que le ayudaron a madurar sus pensamientos. Tras graduarse comenzó en campañas de prevención en Boyacá, luego fue traslada al departamento de Bolívar.

La Patrullera de Policía Mendoza Yepes destaca el papel crucial de las mujeres en la Policía Nacional y su función esencial en las comunidades. A pesar de los momentos difíciles, ha llevado consigo las lecciones aprendidas y ha crecido tanto personal como profesionalmente. Su familia y su disciplina le han permitido sobresalir, siempre destacándose en la fuerza disponible y contribuyendo a la seguridad y convivencia ciudadana en Magangué.

Johana Lucía Mendoza Yepes cumple dos meses en la Policía Nacional, y su constante deseo de avanzar la impulsa a dar lo mejor de sí misma cada día. Reconoce que aún le queda mucho por aprender, pero su determinación y el respaldo de la unidad en la que se encuentra le brindan la confianza necesaria para enfrentar cualquier desafío.

Su admiración por los Policías y convertirse en una patrullera dedicada en la Policía Nacional, le permiten es un ejemplo de perseverancia y dedicación. Su historia destaca la importancia de los valores familiares, la disciplina y la pasión por el servicio público. Con cada paso que da, Johana Lucía, deja huella, marcando el inicio de una carrera prometedora en la Policía Nacional y demostrando que los sueños de la infancia pueden convertirse en una realidad tangible.