- Una mujer firmante del Acuerdo Final de Paz, junto a un facilitador de la ARN y con el apoyo de una estudiante y una profesora de la Universidad Nacional, abrieron la puerta para nuevas exploraciones de especies en la Serranía del Perijá en La Guajira.
En la Vereda Las Colonias, en zona rural de Fonseca en La Guajira, la curiosidad en medio del trabajo de reincorporación de un facilitador de la ARN, acompañando a una familia de firmantes de paz, derivó en el descubrimiento de una nueva especie animal por parte de la ciencia.
Darío Alexander Puerta, facilitador de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización -ARN, durante una de sus labores de acompañamiento a la señora Nubia Hernández, firmante del Acuerdo de Paz, generó un momento de curiosidad al encontrar en el agua un cangrejo que dijo no haber visto nunca. Por sus características, consideró tomarle algunas fotografías y buscar más información al respecto.
Lo que para la señora Nubia era un crustáceo normal, para el facilitador de la Agencia fue un motivo y un reto para conocer el origen de aquella especie. Para eso, Darío Alexander publicó las fotos en el especializado portal digital iNaturalist, donde luego, Ada Carvajal- Alonso, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, (UICN), y profesional experta en el tema le contactó para explorar a fondo lo que con el tiempo derivaría en una nueva especie.
“Por aquí, cuando el país se encontraba en conflicto, nadie se acercaba a explorar. Estamos en la Serranía del Perijá, jurisdicción de Fonseca, a mil metros de altura aproximadamente. En estos arroyos, en una transición de bosque seco tropical y bosque andino, encontramos demasiada riqueza en biodiversidad”, expresó el facilitador también estudioso de la ciencia.
Con el firme apoyo y acompañamiento de la Universidad Nacional de Colombia, se realizó un reconocimiento de la especie con el rol importante de doña Nubia, firmante de paz, quien ha estado en permanente acercamiento del cangrejo.
La profesora Martha Rocha, dedicada a la taxonomía de los cangrejos en el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad, es sin duda la carcinóloga o en términos coloquiales, la “cangrejóloga”, más importante de Colombia. Ella explica cómo el país es un tesoro para el hallazgo de especies que hacen cada día más grande la riqueza en los ecosistemas.
“Del lado colombiano tenemos siete especies, y del lado venezolano, hay tres. Pero curiosamente del lado venezolano, las especies están asociadas a cuevas y es algo que en Colombia no hemos explorado por orden público, por organizaciones de expediciones del lado de la vertiente oriental y nos llena de satisfacción este nuevo hallazgo”, dice convencida en descubrir más especies.
No en vano, la firma del Acuerdo Final de Paz entre las antiguas FARC-EP, y el Gobierno nacional en 2016, abrió las puertas a tantas historias que con certeza se seguirán contando. Historias que nos hacen creer en un país con profunda riqueza natural, social y en diversidad.
“El sur de la Guajira es un oasis, aquí hay café, cacao, caña, mandarina, hortalizas, y esto le da un valor agregado al territorio”, agregó Darío Alexander, expresando la importancia de la zona sur del departamento.
En un artículo científico de la Revista Zootaxa, se tituló el descubrimiento como: “Una nueva especie de cangrejo de agua dulce del género Chaceus Pretzmann, 1965 (Brachyura: Decapoda: Pseudothelphusidae) de La Guajira, incluyendo distribución y clave de las especies del género”, generando un importante paso al crecimiento de la ciencia en el país.
La profesora Martha Rocha expone que la firma del Acuerdo Final de Paz, ha sido una importante acción que ha permitido este, que podemos considerar un hito, en la majestuosidad de la Serranía del Perijá, en Fonseca, en el sur de La Guajira que hoy acoge a decenas de mujeres y hombres que adelantan su proceso de reincorporación, y que diariamente realizan ejercicios de reconciliación para consolidar una implementación efectiva del Acuerdo de Paz.
“La paz es el máximo ideal para que nuestro país no tenga zonas vedadas, que podamos organizar expediciones a sitios inexplorados y que todo confluya en armonía. Tenemos un foco donde está la especie, y que ese punto se pueda irradiar y poder conocer la distribución real de la especie. Esa es la siguiente parte de la historia”, añadió la docente.
Durante el proceso de documentar la especie, de acuerdo con el profesional Darío Puerta, fue posible el vínculo de estudio de unos peces y una cotorra, que potencialmente podrían ser especies nuevas, en un escenario natural poderoso en la Serranía del Perijá entre Colombia y Venezuela.