- Se estima que aproximadamente el 30% de los ingredientes en cosméticos provienen de industrias mineras o agrícolas.
World Vision advierte que la mayoría de los productos de belleza brillantes contienen probablemente ingredientes recogidos por niñas y niños en minas y granjas de países de renta baja. Según su último informe «El alto precio de la belleza», los productos libres de crueldad no incluyan pruebas con animales, pero es probable que contengan ingredientes obtenidos mediante el trabajo infantil.
El número de niñas y niños que trabajan para mantener a su familia o que han sido víctimas de la trata, forzados u obligados a trabajar ha aumentado desde 2016.
World Vision hace un llamado para que desde el mercado, el gobierno y las empresas, se cuestione la trazabilidad y la legislación de la cadena de suministro, de modo que ninguna niña o niño esté forzado a trabajos peligrosos en la minería o la agricultura. A menos que las empresas examinen rigurosamente sus cadenas de suministro y los gobiernos amplíen las redes de seguridad social y la escolarización, es probable que 140 millones de niñas y niños estarán trabajando en 2025.
Las cadenas de suministro de productos mineros y agrícolas suelen ser difíciles de rastrear, ya que los productos se importan y reexportan desde múltiples países en distintas fases del proceso de refinado. Se calcula que el 30% de los ingredientes de los cosméticos proceden de materias primas mineras o agrícolas, y el crecimiento de la industria de la belleza natural ha provocado un aumento de la demanda de insumos agrícolas.
World Vision cree que los compradores de cosméticos están en condiciones de presionar a las empresas para que adquieran sus productos de forma responsable y contribuyan así a abordar las causas profundas del trabajo infantil.
«En las minas ilegales de la India y el Congo, los niños mueren en pozos derrumbados mientras excavan en busca de minerales que nos ayuden a brillar o a retrasar el envejecimiento. La intrincada naturaleza de las cadenas mundiales de suministro hace que las familias no ganen lo suficiente para mantener a sus hijos escolarizados y sin trabajo. Mientras la demanda y los beneficios de las empresas cosméticas aumentan, también lo hace el riesgo de trabajo infantil. No se trata de un juego de suma cero. Se trata de un mundo en el que el número de niños vulnerables ha aumentado drásticamente», afirma Daniela Buzducea, responsable de la Asociación para la Promoción y la Participación Externa de World Vision.
El informe de World Vision revisó las políticas de las siete mayores empresas de belleza en 2018, y de nuevo en 2022. En esta investigación se observaron avances en la documentación de las normas de los proveedores, la formación, la disponibilidad de líneas directas y las auditorías. Sin embargo, en el mismo periodo también se observó un aumento masivo de niños trabajando para recolectar ingredientes utilizados en cosméticos como el cacao, el cobre, la mica y la vainilla.